Un recorrido por Querétaro revela la rica historia y tradición que rodea sus fuentes, construcciones que datan de hace más de dos siglos y que reflejan la importancia del agua en la vida urbana. Entre las más destacadas se encuentran la Fuente de Neptuno, erigida en 1747 por Eduardo Tres Guerras, que destaca por su estilo neoclásico y se ubica en el Fuente del Marquéso. Otra fundamental es la Fuente del Marqués, también conocida como » Fuente de los Perritos «, construida en 1843 y situada en la Plaza de Armas, adornada con una estatua dedicada al Marqués de la Villa del Villar.
La ciudad también alberga la Fuente de Hebe en el Jardín Zenea y la pila remodelada en el jardín Guerrero, así como fuentes en ex conventos y museos que suman al patrimonio arquitectónico de la ciudad. Un ejemplo significativo es la Fuente de los Dolores en el Museo de Arte, que simboliza la salvación, y el claustro de Santa Rosa de Viterbo.
En tiempos recientes, Querétaro ha enriquecido su oferta cultural con fuentes danzantes en la Plaza Mariano de las Casas y la Plaza de la Constitución, creando espectáculos que combinan música y luces.
También se ha inaugurado una fuente interactiva en el Templo de La Cruz, popular entre los niños, ofreciendo un refrescante respiro en los días calurosos.
Ya sea por su grandeza o su simplicidad, cada fuente queretana hace un aporte especial al paisaje urbano, cautivando tanto a lugareños como a turistas con su belleza arquitectónica y su relevancia históric