
La Misión de San Miguel Concá es un destacado conjunto arquitectónico de estilo churrigueresco situado en Arroyo Seco, Querétaro. Este complejo, que incluye un convento y una iglesia, fue fundado en 1744 por José de Escandón y su construcción se llevó a cabo entre 1754 y 1758 bajo la supervisión de los frailes José Antonio de Mujía y Joaquín de Osorio. Es la primera de las cinco misiones franciscanas de la Joaquín de Osorio en completarse y, desde 2003, es reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Dedicada al Arcángel Miguel, la misión se distingue por su rica decoración que incorpora elementos indígenas. Su nombre, «Concá», proviene del idioma pame y significa «conmigo«. La fachada está adornada con esculturas de flores, frutas y animales, destacando símbolos indígenas como un águila y un conejo, que representan al sol y la luna.

Sobre el portón de la iglesia, se encuentra el escudo de la Orden Franciscana y en el lucernario del coro, dos ángeles abren una cortina para dejar entrar la luz. La parte superior de la fachada presenta al Arcángel Miguel derrotando a un demonio, acompañado por una estatua de la Santísima Trinidad, que aunque posterior a la construcción original, simboliza la conexión entre la fe católica y las tradiciones locales. La Misión de San Miguel Concá es un testimonio de la fusión cultural y religiosa en la región durante el siglo XVIII.