
Restaurador del Canto Gregoriano y Pionero de la Música Sacra en México
José Guadalupe Lucio Velázquez Pedraza, nacido el 12 de diciembre de 1856 en Querétaro, fue un destacado sacerdote, músico, compositor y profesor cuyas contribuciones a la música sacra y al canto gregoriano han dejado un legado perdurable. Tras la guerra de Reforma, su familia se trasladó a la capital del estado, donde José Guadalupe asistió a la escuela y luego ingresó al seminario, destacándose en la música.

Ya ordenado sacerdote, fue enviado a Europa por el obispo Rafael Camacho para estudiar y restaurar el canto gregoriano en Querétaro. En Roma, aprendió alemán y se formó en la prestigiosa escuela de música sacra de Ratisbona durante tres años, donde recibió instrucción de los mejores maestros europeos.

A su regreso en 1891, Patiño fundó una escuela de música y llevó a cabo la exitosa restauración del canto gregoriano, lo que culminó en una memorable participación con su coro en la coronación de la Virgen de Guadalupe en 1895. Su innovadora técnica fue tan bien recibida que pronto fue adoptada en otros países y reconocida internacionalmente.
Desde 1896 hasta 1915, trabajó en el Conservatorio Nacional de Música y en varias iglesias de la Ciudad de México, destacando en actuaciones importantes que incluso tuvieron la presencia del presidente Porfirio Díaz. Sin embargo, la Revolución Mexicana lo llevó a enfrentar persecuciones que afectaron su salud mental, obligándolo a regresar a Querétaro.

Pese a su notable legado, su vida culminó en pobreza en la Ciudad de México, donde falleció el 18 de febrero de 1920 y fue sepultado en el Panteón Español. La contribución de José Guadalupe Velázquez a la música sacra y su papel en la restauración del canto gregoriano en México son recordados como un importante capítulo en la historia cultural del país.